Durante
las últimas clases hemos estado hablando de la evaluación como una importante
actividad de la dinámica de las clases, la evaluación como proceso sistemático
de recogida de datos, que permite recopilar la información suficiente para
poder emitir juicios de valor a cerca de una situación en la clase. El profesor
empieza la clase preguntándonos que es para nosotros la evaluación y la mayoría
de nosotros coincidimos en que es la forma de analizar algo de la clase a
través de una nota, o sea calificar a través principalmente de los exámenes. Conforme
avanzamos en la clase del día aprendemos muchas más formas de evaluar. Resaltamos que
la evaluación no se traduce necesariamente en un parámetro o una calificación numérica.
Existen
varios tipos de evaluación :
Inicial: Es aquella que valora lo que sabe el alumno con
anterioridad.
Formativa: Se realiza durante el proceso para reconducir
aquello que estamos haciendo
Sumativa: Se realiza al final del proceso educativo para
hacer una evaluación. Por ejemplo es la que se realiza al final del año, que se
traduce en una evaluación.
Continua: Es aquella interna al propio proceso. No
significa hacer un examen cada semana sino que hay que avaluar a partir de
aquello que estamos trabajando.
Los instrumentos
para llevar a cabo esta evaluación son muchos y muy diversos:
Exámenes: Parecen ser la herramienta más utilizada
, y existen muchos tipos: oral , escrito, a desarrollar , tipo test.
Los exámenes por supuesto no son la única forma de evaluar, ya que podemos
hacerlo a través de los trabajos, las pruebas de nivel, exposiciones orales, participaciones en el aula, etc.
Podemos utilizar también narrativas y rúbricas , en
las que establecemos unos determinados criterios de evaluación con unos grados
de valoración, esto se convierte en una forma de evaluar mucho más
personificada e individualizada, permitiendo separar los temas de una forma más
específica. Así podremos hacer el análisis y la valoración de las producciones
individuales y de grupo.
Podemos evaluar también a través de la observación
, que puede ser narrativa ( aquella en la que se va anotando todo lo que se
observa ) y a través de sistemas categoriales ( establecer categorías de todo
aquello a observar e ir valorando individualmente).
El exámen a pesar de ser una de las herramientas
más utilizadas sufre críticas ya que, en su mayoría, cuando los utilizamos de una
forma habitual dentro de la dinámica del aula parece que todo está dirigido a
preparar ese examen,y "sólo" es importante lo que va para examen. Además, su
valoración siempre es subjetiva, sobre todo cuando optamos por pruebas de
preguntas abiertas.
Así pues creo que los exámenes son una trampa en la que ha caído la educación en nuestros días, que cree valorar los conocimientos de los alumnos a través de ellos y esto no es realmente así: un examen pone al límite a los alumnos y les crea una serie de limitaciones a la hora de enfrentarse a ellos que puede incidir de una manera muy directa en el fracaso escolar en muchos casos.
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